Ejército Basij y Mehdi Joon

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Hola mi nombre es Mohammad Reza, soy un niño de 15 años de Mashhad. Tenemos una base de movilización donde los niños van los miércoles por la noche. Juegan al ping pong y al balonmano. Nómbralo, y de estos casos, era un chico guapo. Sus ojos eran casi miel, su cabello rizado y su hermoso rostro eran rosados. Me gustó desde el principio, pero fui descuidado. Podrían habernos dado un hígado y podríamos jugar en la mitad del cuerpo y en la noche. Era de noche cuando dormí porque no podía dormir. Fui al enchufe a escuchar el cargador. Mi teléfono tiene que estar cargado y dormimos. Eran casi las dos cuando tomamos el baño. Fui a la puerta para ir al baño. Saddam tocó. Dijo si quieres ir al baño. Le dije de qué tenías miedo. Dijo mucho. No fui a uno de ellos, y al mismo tiempo salimos, nos lavamos las manos, y cuando volvimos, comenzó a discutir. Dijo con mucha franqueza: "¿Quieres que seamos amigos?" Funciona Nebaba en serio. dijo que todos me seguirían y él sería mi amigo, e irónicamente, en la noche, cuando regresamos, el auto que habíamos recogido se descompuso, el auto se descompuso y tuvimos que quedarnos juntos por otra noche. También soñé que cogió mi teléfono y fue a la galería. Conocía mi patrón. Estaba viendo una súper película y sus pantalones gritaban. Estaba a mitad de camino. Bueno, querida, era una boda en la esquina. Cuando llegamos a Mashhad, me llamó por la tarde y me dijo que puedes venir a buscar un neumático. Yo mismo abrí el pinchazo. Siéntate, luego nos iremos, me sentaré, y nadie estaba sangrando, y cuando salió de la habitación, dijo que estaba perdidoCuando no le dijiste a nadie, dijo que no podía hacerlo y vino y me besó. Lo tomé y le dije que no quieres compensarlo. Me comí un trozo de carne, me comí uno de los suyos. labios, puse mi dedo en la esquina, jugué un juego, dije, volví lentamente, le hice un agujero en la cola, y se fue a la cabeza, dijo que me duele mucho, lo abrí, bombeé diez minutos, lo ponía en la esquina, y de ahí en adelante nos hicimos hermanos, y cada semana cuando la casa estaba vacía, lo contaba.

Fecha: agosto de 23, 2018

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